Jonathan dos Santos y su debut con el Barcelona

4 de enero de 2010

Jonathan dos Santos y su debut con el Barcelona

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Hermano de Gio; hijo, también él, de aquel “Zizinho” habilidoso y caracolero, brasileño de origen, que jugó en varios equipos de México y finalmente echó raíces en Monterrey, Jonathan apareció este sábado, por primera vez, en la alineación inicial del Barcelona.

Lo hizo en un partido de la jornada 16 de la Liga Española. Lo hizo aprovechando el hueco que dejó, por las vacaciones que se le concedieron tras ganar el campeonato mundial de clubes, al argentino Lionel Messi. Lo hizo en un encuentro resuelto con empate a un tanto ante el Villarreal. Lo hizo al lado de casi todas las figuras —Henry, Ibrahimovich, etc.— del equipo que hizo historia en el 2009, al conquistar las seis competencias en que participó (Liga, Copa del Rey, “Champions”, supercopas de España y de Europa y el ya citado Mundial de Clubes),

y al merecer, por tanto, el superlativo título que, en plena euforia por la dramática aunque legítima victoria sobre Estudiantes de La Plata, en Abu Dabi, le diera uno de los cronistas encargados de dar al mundo la noticia: “Campeón de todo”.

En la eliminatoria rumbo al Mundial de este año en Sudáfrica, tanto Sven-Goran Eriksson como Javier Aguirre, los técnicos nacionales que se sucedieron en ese proceso, respetaron la jerarquía a dos jugadores, mexicanos por accidente (porque aquí nacieron mientras sus padres jugaban en equipos nacionales, aunque ellos mismos nunca jugaron profesionalmente en clubes del país en que les tocó nacer), reclutados prácticamente desde la infancia por equipos europeos: Carlos Vela y Giovani dos Santos. No sucedió lo mismo con su colega Nery Castillo, hijo de un jugador uruguayo del mismo nombre y que se ha convertido en un trotamundos del futbol, incapaz de hacer huesos viejos en ninguna parte.

Jonathan, según las notas informativas, jugó 58 minutos. Su técnico lo sacó cuando el Villarreal empató, “para poner a Iniesta y dar más fuerza al medio campo”. Sin embargo, dicen las crónicas que se mostró “participativo y acertado”.

Por supuesto, ese simple hecho lo convierte en candidato natural a ser convocado por Javier Aguirre a los últimos partidos de preparación, y a aportar al “Tri” lo que le valió ser elegible para jugar en uno de los mejores equipos del mundo y que en el medio doméstico, por desgracia, no abunda: talento.