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La goleada 5-0 que propinó hoy la selección mexicana de futbol a la estadounidense es la más grande registrada en la historia de la Copa Oro de la Concacaf, aunque los mexicanos ya le habían pegado duro a los de "las barras y las estrellas".

Los goles de Gerardo Torrado -de penal-, Giovani Dos Santos, Carlos Vela, José Antonio Castro y Guillermo Franco, y el silbatazo final del árbitro jamaicano Courtney Campbell, desataron un gran festejo entre los integrantes del Tricolor y los miles de aficionados que llenaron las gradas del Estadio de los Gigantes.

Los jugadores se abrazaron, gritaron y brincaron con el técnico Javier Aguirre, quien volvió a sonreír después de semanas de críticas porque la selección no convencía a nadie.

Justino Compeán, presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), se desbordó en alegría ante la presencia del trinitario Jack Wagner, titular de la Concacaf, y el suizo Joseph Blatter, mandamás de la FIFA.

Giovani Dos Santos, quien hoy estuvo extraordinario, recibió la Copa Oro al mejor jugador del torneo y Miguel Sabah como máximo goleador con cuatro festejos.

Por fin llegó el momento de clímax cuando el capitán Gerardo Torrado recibió la Copa Oro de manos de Wagner para ahora sí festejar el trofeo que gana una representación mexicana por quinta ocasión y tomar la delantera a los estadounidenses que se quedaron con cuatro.

Esta fue la segunda goleada más grande que se registra en la final de este torneo, siendo la anterior en 1993, cuando el equipo mexicano se impuso 4-0 al estadounidense.

En aquella ocasión participaron con un gol Ignacio Ambriz, Luis Roberto Alves "Zague" y Guillermo Cantú, además de un autogol de Armstrong.