Pocas veces se ven en el fútbol gestos como el del Ascoli, un modesto equipo de la segunda división italiana que el sábado dio una lección de fair play en su estadio después de un gol muy polémico. El equipo local se avanzó mientras los jugadores del Reggina pedían que se parara el juego al tener un compañero lesionado. El Ascoli no hizo caso, marcó y se montó una tangana espectacular. Del fallo aprendieron y en la siguiente jugada, nada más sacar desde el centro, se dejaron marcar. Regalaron el empate a su rival y acabaron perdiendo 1-3.
El gesto de los jugadores blanquinegros fue muy comentado en Italia. No es habitual marcar con un lesionado en el equipo rival, pero mucho menos lo es que se subsane la situación dejándose un tanto. Eso fue exactamente lo que ocurrió. El cuadro local logró el 1-0 en el minuto 15 y, durante la celebración, vio que se habían aprovechado de una extraña situación.
Un parón de seis minutos
Los hombres del Reggina, en una actitud incomprensible, se quedaron parados en la jugada, reclamando al Ascoli que tirase la pelota fuera por la lesión de su compañero Valdez, pero el 1-0 llegó sin oposición. El tanto dio paso a empujones, insultos (el visitante Costa fue expulsado), aplausos irónicos y continuos reproches. Hasta seis minutos estuvo parado el juego. Y el balón volvió a rodar dando paso a una situación rocambolesca.
Santos suplió a Valdez y los jugadores del Ascoli comprendieron que habían actuado mal. Se debía hacer algo. El cuadro blanquinegro decidió compensar y se dejó empatar. El tanto de Antenucci fue igualado por Pagano y todo quedó como estaba antes de la lesión.
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