El guión se cumplió a rajatabla. El Atlante mexicano debutó en cuartos de final frente al modesto Auckland City y no tuvo mayores problemas para deshacerse de ellos. De hecho, la victoria poco menos que se fraguó en los vestuarios. El conjunto neozelandés, que en octavos de final dio la campanada al derrotar al Al Ahly, salió muy consciente de su inferioridad y planteó el choque de forma muy conservadora.Replegados en su propio campo, selimitaron a dejar pasar los minutos a la espera de intentar armar alguna contra.
No hubo opción. El Atlante, sin desplegar un juego brillante, fue amo y señor del balón desde el primer minuto. Era cuestión de madurar el rival hasta dar con un pequeño hueco en la tupida defensa rival. Los mexicanos no estuvieron demasiado inspirados. Erráticos en el pase en corto, y con pocos recursos en el uno contra uno -Solari está lejos del jugador que fue durante su paso por Europa-, quedaron a merced de los despistes neozelandeses. Y estos llegaron. En la segunda acción ofensiva clara del Atlante, un pésimo rechace en corto dejó el balón a pies de Hobbit, que no perdonó con un disparo cruzado. Fue la sentencia del encuentro, pese a que quedaba toda la segunda parte por delante.
Con casi todo perdido, Paul Posa decidió asumir mayores riesgos, adelantar líneas y buscar el marco de Vilar con más efectivos. Demasiado tarde. Faltos de calidad, los neozelandeses sólo contribuyeron a que el Atlante lo tuviera mucho más fácil para pisar el área del Auckland. Hobbit y Silva, en el tiempo de descuento, redondearon el marcador.
El Mundial de Clubs vivirá su primer plato fuerte el miércoles. Será entonces cuando el Atlante pondrá a prueba el poderío del Barça. Los de Guardiola se enfrentarán a un rival que entraba en los pronósticos. Nada nuevo, salvo el comprobar si los mexicanos pueden dar más de si.
Con casi todo perdido, Paul Posa decidió asumir mayores riesgos, adelantar líneas y buscar el marco de Vilar con más efectivos. Demasiado tarde. Faltos de calidad, los neozelandeses sólo contribuyeron a que el Atlante lo tuviera mucho más fácil para pisar el área del Auckland. Hobbit y Silva, en el tiempo de descuento, redondearon el marcador.
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