El Atlético de Madrid volvió a hacer el ridículo y cayó con estrépito en Stamford Bridge por 4-0 dejando una imagen paupérrima e hipotecando casi totalmente sus opciones de pasar a la siguiente fase de la Champions League.
El Atlético se presentaba en Londres después de caer en el Reyno de Navarra por un contundente 3 a 0 y muchos pensaban que esta era un buen campo para devolver la esperanza perdida y dar un puñetazo en la mesa.
Sin embargo el puñetazo se lo ha dado en toda la cara el Chelsea que ha acabado por “rematar” al conjunto del Manzanares con un repertorio casi inagotable de recursos, penetraciones por la banda, presión en todas las líneas, goles a balón parado, de fuera del área, y por si fuera poco, un gol en propia puerta de Perea. No podía ser peor. El Atlético ha vuelto a pecar de todos sus males, mala defensa – en especial Antonio López- , falta de compromiso y pocas, pocas ideas.
Sólo valía puntuar para mantener las opciones y por ello Abel optó por un centro del campo bastante poblado, con Cléber Santana, Assunçao y Raúl García. Sin embarg, la dupla atacante estuvo inoperante y aunque el Chelsea jugó sin Drogba, no llegó a necesitarlo porque Salomon Kalou se bastó y se sobró para desarbolar a un inoperante Atlético. El canterano Domínguez hizo lo que pudo pero no fue suficiente.
El partido empezó como se preveía, un Chelsea que era llevado en volandas por el público y las acometidas por bandas eran costantes, como la de Belleti nada más comenzar el encuentro que acabó en las manos de Sergio Asenjo sin mayores problemas. Sin embargo, el Atlético no iba a ser el convidado de piedra. A los diez minutos una buena jugada hilvanada por Simao acabó con un centro desde la izquierda que remató Forlán a bocajarro. Lástima porque Cech demostró su categoría enviando el balón a córner. Y tuvo otra más a renglón seguido. Agüero se fue de Ivanovic y cuando se internaba en el área chutó al lateral de la red cuando el gol se cantaba en media España. No era la noche de la delantera rojiblanca.
Poco a poco parecía que la cosa marchaba bien, el Atlético estaba ordenadito atrás y tocando en el centro del campo como si tal cosa, pero pronto comenzaron las hostilidades por parte de los “blues”. Lampard sacó una falta al corazón del área y el gol de cabeza de Kalou era invalidado por fuera de juego. Florian Mayes, árbitro del encuentro, estuvo acertado en la decisión pero pronto comenzaban los sustos. El partido entró en una fase de toma y daca que no dejaba pestañear a nadie del respetable pero el Atlético seguía erre que erre, sin perderle la cara al encuentro. Así llegó otra clara para los españoles. Gran zapatazo desde la frontal de Diego Forlán que el cancerbero checo despejaba de puños de manera expeditiva. El partido avanzaba con la incertidumbre del marcador, el juego estaba siendo eléctrico y con numerosas llegadas por uno y otro bando. El Chelsea seguía entrando por bandas como cuchillo en mantequilla y el Atlético poco a poco se fue pareciendo al de otras tardes negras, olvidado en ataque, inseguro en defensa.
La siguiente ocasión la tuvo en el 37 Salomon Kalou- el marfileño rayó a gran altura esta noche- a la salida de un córner. Terry peina en el área chica y Kalou estuvo demasiado acelerado llegando trastabillado al remate. Eran ya demasiados avisos y se mascaba el gol “blue”. Corría el minuto 41 de la primera mitad cuando una gran jugada trenzada por Lampard y Ballack era conducida por Ashley Cole por la banda, cuyo centro era rematado al fondo de las mallas por el marfileño ante la pasiva mirada de un Antonio López que ha dejado claro que ya no está para estas corridas. 1-0 y vuelta a empezar. En realidad el resultado había sido justo a medias, teniendo en cuenta que el Atlético había tenido sus ocasiones y que no le habían perdido la cara al partido en ningún momento. Con la mínima ventaja se llegó al descanso. En la reanudación el Chelsea comenzó muy seguro de sí mismo esperando una contra ganadora para matar el partido. No hizo falta. A los 7 minutos de la reanudación un saque de esquina botado por Lampard era rematado por Kalou comodamente, con Antonio López otra vez haciendo la estatua. El alicantino se durmió otra vez y su equipo lo pagó caro, muy caro. La renta ya era demasiado grande para un Atlético que si ya de por sí tiene problemas para marcar un gol, imagínense tres.
Llegó el momento de los cambios y de jugarse el todo por el todo, ya que lo mismo daba perder por 4 que por 2. Así Abel metió más madera. Jurado ingresó en lugar de Assunçao, tocado por una entrada anterior de Essien. Agüero tuvo el gol en sus manos pero parece que el mal fario parece haber contagiado a todas las líneas rojiblancas -en especial la delantera- y el jugador argentino no supo resolver en el mano a mano ante Peter Cech. En el minuto 24 llegó el tercero de los “blues” en una jugada muy vista ya. Balón en la frontal que rescata Lampard y trallazo pegado al palo de Asenjo sin que nadie ni nada pudieran remediarlo. A partir de aquí los minutos de la basura en los que el Chelsea no parecía querer hacer sangre y al Atlético no le quedaba más que buscar el gol de la honrilla. El Atlético era el colmo de las desdichas, cuando parecía que el partido moriría con el 3-0, una falta lateral era peinada por Perea hacia atrás haciendo el cuarto ya en los minutos de descuento.
Derrota sin paliativos del Atlético y un Abel que se queda sin crédito por más que los dirigentes lo respalden. 7 goles en contra y 0 a favor en los últimos dos partidos y una victoria de siete posibles en liga. Los números cantan por sí solos.
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