Asombroso. El Milan, el equipo más especulador de toda Europa ha ganado en el Bernabéu (2-3) adelantándose por dos veces en la segunda parte. El encuentro volvió a demostrar todas las carencias del Real Madrid , que aún a pesar de la derrota lidera su grupo con 6 puntos.
Raúl y Drenthe, además de ser de lo único salvable, marcaron para el Madrid. Pirlo y por dos veces Pato, dieron la victoria al Milan gracias a una segunda parte en la que brilló hasta Ronaldinho.
Se repiten los problemas para el Real Madrid . Derrota en la Champions ante un equipo competitivo venido a menos como el Milan. Hasta hoy, seis goles en ocho partidos en el calcio. En el Bernabéu fueron capaces de hacer tres para llevarse la victoria.
El primer contratiempo le sobrevino al conjunto blanco antes de empezar. Higuaín se cayó de la convocatoria sin que entrase otro futbolista como suplente. Pellegrini contaba con un reserva menos que Leonardo, y quizás le hubiese venido bien contar con alguno más para la batalla. El chileno alineó a Benzema y Raúl en ataque, con Granero y Kaká por detrás. El resto, también lo previsible.
Enfrente estaba el Milan. Un equipo que sólo en el último partido de liga dio muestras de ser uno de los grandes de Italia. Y no por su juego, sino por ganar sin merecerlo ante una Roma que se adelantó en el marcador. Sin embargo, al Milan estos problemas no le afectan como al Madrid. Los italianos siempre juegan de la misma forma, y como tienen calidad son capaces de ganar en cualquier empresa.
Los de Leonardo jugaron cómo y cuándo quisieron sobre el Bernabéu. El presumible respeto de los primeros minutos derivó en el pasotismo de dos equipos, en realidad, bastante parecidos. La diferencia es que el Milan se acepta tal y cómo es y los blancos se miran constantemente en el espejo de otros. Mientras el Milan especula, el Madrid duda.
Y eso que los merengues empezaron mejor el partido. Tras un par de tímidos acercamientos llegó el primer intento de desborde de Benzema dentro del área. Dejó atrás a Zambrotta, que le derribó con una patada tremenda. Penalti claro que ni el árbitro ni el juez de línea vieron. Serían los únicos. Ver para creer.
Para arreglar el disgusto apareció instantes después el de siempre. Raúl, el más íntegro del equipo año tras año, aprovecha un error gravísimo de Dida al botar el balón, le regatea y marca el primer gol del partido. Un error más para el historial del meta brasileño y otro gol para las cuentas de la insignia del Madrid. Otro gallo cantaría si los demás siguiesen su ejemplo.
A los italianos no les disgustó demasiado el gol. Se dedicaron a especular y reservar fuerzas de cara a tramos del partido más importantes. Cayó en la trampa el Madrid que no se preocupó en finiquitar el encuentro. La ocasión más clara fue la de Marcelo al borde del tiempo reglamentario con un tiro que despejó bien Dida. Ambos equipos se marcharon contentos a los vestuarios.
Tras el descanso, el Madrid pudo de nuevo abrir brecha en el marcador. Dida sacó dos remates a Raúl y Kaká en cinco minutos en los que los blancos parecían buscar la portería contraria con más ahínco que en el primer acto. Fue un espejismo. Leonardo sustituyó entonces a Inzaghi por Borriello, castigado por las lesiones durante el inicio de la temporada, y el guión cambió.
Pirlo tomó un balón cerca de la frontal, su territorio preferido. Se dio la media vuelta y desubicó a Lass para sacarse un disparo potentísimo que, aunque tocó Casillas, se coló en la portería merengue. El Milan, que no había hecho nada en todo el partido, había igualado el partido.
Parecía el momento entonces de que despertase el Real Madrid . Pero llegó el segundo. Se aceleró tanto el equipo de Pellegrini que le regaló el segundo a Pato. El Milan recupera un balón en su campo, Ramos no repliega y Ambrosini pone un buen balón en profundidad para Pato. Casillas, que se temía la empanada de su propia zaga (con razón), sale demasiado y cuando entra a Pato tiene que retirar el brazo, está fuera del área. Pato, sin rival ante la portería, no falla.
El ingeniero chileno buscó alternativas. Puso a Drenthe en lugar de Granero, y le funcionó. El holandés estuvo muy activo desde que saltó al césped. Suyo iba a ser el segundo gol del Madrid con un buen disparo desde la frontal a pase directo de Raúl en un córner. El capitán blanco tuvo que esprintar para lanzar un saque de esquina que nadie se acercó a reclamar. Su esfuerzo, como de costumbre, tuvo su recompensa.
Ya estaba roto para entonces el partido. Las gradas del Bernabéu vibraban y en el Milan comenzaba a tocar balón Ronaldinho. Inédito durante la primera parte, ofreció un par de detalles de calidad en la segunda para dejar sentados a los defensas blancos en varias ocasiones. Un encuentro de ida y vuelta parecía beneficiar al Madrid y, de hecho, marcó en el 83' con otra jugada en la que Raúl se adelantó a todos. Pero se adelantó demasiado, estaba en fuera de juego y la jugada fue anulada.
Entonces, el Madrid naufragó. Su defensa cayó en cada jugada de ataque rossonera. Los años, al final, no le iban a venir tan mal a los italianos. Saben sacar partido en este tipo de circunstancias. El árbitro -del que se pueden quejar los madridistas, los milanistas y los aficionados al fútbol- anuló un gol legal al Milan en el 86' por una supuesta falta en un córner. Los italianos buscaron armar bulla y hasta Ronaldinho golpeó a un Raúl que se llevó la amarilla sin hacer nada. Por culpa del árbitro, y por culpa de los italianos, que quisieron sacarle del partido.
Dos minutos para el final. El Madrid está volcado para lograr la victoria. Seedorf tiene la pelota dentro del área. Ni Ramos ni Pepe le inquietan. El holandés espera hasta que Marcelo se olvida de que tiene que cubrir a Pato y se va hacia el centro. Seedorf la pone entonces al segundo palo y Pato no falla ante Casillas. Ahí está la veteranía de un equipo que desnudó a un Madrid con muy poca personalidad.
Tendrá que reflexionar la plantilla -si no quiere ir por el camino de los primeros galácticos- y el entrenador -si quiere comerse el turrón- de cara a próximas batallas como la de San Siro. Las buenas noticias son que pronto -se supone- volverá Cristiano Ronaldo y que queda tiempo para que se decidan los campeonatos. Las malas son que el equipo no tiene personalidad y no sabe defender.
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